Para ser profesor no sólo basta con obtener una licenciatura en educación, hoy ser profesor va más allá de obtener un título universitario pues no es fácil enseñar, es una apuesta que se hace desde el alma, es una vocación y en definitiva hay que tener más corazón.
Sin embargo, para nadie es un secreto que para ser docente en nuestro país implica una profesión donde se tiene que hacer sacrificios, se trabaja con uñas y dientes, cada día es un desafío en la tarea de brindar una educación de calidad.
Ojalá un día, no muy lejano los docentes de Chile logren sobrepasar los factores negativos y se comprometan en cuerpo y alma a formar y educar a los ciudadanos del futuro centrándose en la satisfacción que genera ayudarle a los niños, niñas y jóvenes, de inspirar en la libertad y sueños propios. De aportar al cambio, de contribuir a la innovación y hacer parte de una revolución que puede cambiar la vida de muchos y sólo puede ser posible con educación.
Existen profes que van más allá de las dificultades de desplazamiento y/o dificultades socio-económicas que trae consigo su labor y es que han comprendido que está en sus manos la educación del futuro de un país, que en ellos recae la responsabilidad de transmitir conocimientos, valores y ayudar a que sus estudiantes se formen tanto como personas como profesionales.
Y es que los profes en el aula se convierte en héroes, que muchas veces hacen el papel de madre, padre, enfermera, es una persona que ante las dificultades ríe y hace la vida más amena olvidándose de sus propios problemas, siempre está ahí como confidente ante situaciones emocionales que los niños traen del hogar y sabe cómo brindar a tiempo un consejo oportuno.
Ser docente es asumir el reto de lograr impactar a las nuevas generaciones y hacer una renovación en términos de principios y valores, no solo en temas académicos y de conocimiento. Necesitamos más maestros comprometidos con su misión en cada aula, cada escuela, cada colegio de Chile.
Feliz día Profesoras y Profesoras del Inalun